La idea de que un comprador por Internet se basa en un 74% de los comentarios anónimos, (en muchos casos), de redes sociales, blogs, comparadores y otras herramientas, y que por el contrario solamente el 16% en la publicidad convencional da mucho que decir.
Facebook, el grande, esta sirviendo de vía para formalizar la venta en muchos de los negocios online. No solamente de la manera en atraer a gente que «le gusta» una página y participa en ella contestando a los mensajes de los Community Managers. Además se hace valer de los seguidores para crear grupos de compra y conseguir precios de productos con grandes descuentos si se llegan a producirse grandes masas de interesados en el artículo. Esto produce mucha viralidad en el entorno de la empresa. Si para un producto se necesita que «le guste» a 5.000 usuarios independientemente que haya un stock de ese volumen se conseguirá que mucha gente publique en su muro esa información de relativo interés que se multiplicará por toda la red social.
Que se lo cuenten a WallMarkt y su proyecto CrowSaver en Facebook.
Hay que ir pensando en que La Red Social va a tomar consideraciones en esta idea y seguramente el concepto f-commerce sea algo que reinvente la rueda en Internet. Tal vez con una nueva aplicación donde las empresas puedan publicitar sus artículos exclusivos a modo de club privado como Vente-Privee, BuyVip, Privalia… pero con un comparador de productos y muchas, muchas estadísticas, reviews y todo el potencial social de una comunidad de usuarios que supera los 500.000.000.
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