Tanto si tu negocio es de nueva creación, como si lleva ya años en el mercado, está claro que la empresa del siglo XXI se rige por unas nuevas normas de conducta que han cambiado por completo el panorama de la economía.
Ya no basta con un ofrecer un buen producto o una excelente calidad y precio. Ahora, además de ello, hay que estar muy visibles en internet. Una página web, un blog corporativo y la presencia en redes sociales son fundamentales. Esta estrategia de mercado no garantiza un aumento de las ventas a corto plazo, pero lo que sí se genera es un tráfico hacia tu web empresarial, tráfico que viene de la mano de las recomendaciones que recibimos.
Antes era un boca oreja físico. Ahora estas recomendaciones llegan en forma de «retuiteos«, de «me gusta» de un «repinneo«, o de un +1, acciones que forman parte del día a día en las redes sociales.
Cuanto más interesante sea el contenido que se publique, más usuarios compartirán esa información entre su círculo de amistades; somos seres competitivos, y no queremos quedarnos atrás. Si vemos que a nuestra mejor le gusta cierto comercio de moda o que encarga las tartas de cumpleaños de sus hijos en determinada confitería, nos interesaremos por ello.
La dificultad estriba en determinar con qué contenido lograremos esas recomendaciones que, dicho sea de paso, son gratuitas y generosas por parte del usuario que se hace eco de él, a no ser que hayamos elegido realizar una campaña publicitaria de pago.
Un dato a tener en cuenta: esa generosidad del que nos comparte, es conveniente premiar (en forma de descuentos, regalos, etc.), siempre que nos sea posible. Si este agradecimiento viene a posteriori, es decir, una vez que el usuario ha decidido por sí mismo compartir nuestro contenido de forma natural y no inducido por un concurso o campañas, mucho mejor. A todos nos alegraría el día que a las pocas horas de haber dado un +1, la empresa en cuestión nos enviara un mensaje de agradecimiento real. Seguro que conseguimos que ese usuario se vuelva fiel a nuestra firma o empresa.
Saber qué gusta, qué motiva a nuestro público es esencial; si vemos que no conseguimos la visibilidad que deseamos, si nadie nos comparte, si no nos puntúan, es necesario cambiar, realizar un proceso de prueba-error, medir los resultados de cada contenido compartido, determinar en qué horario es mejor realizar nuestras publicaciones y, muy importante, observar qué acciones realiza nuestra competencia.
Antes hemos dicho que en las redes sociales, salvo algunos casos, no se genera una venta. Pero si nuestra estrategia de marketing de contenido es la adecuada, habremos logrado dirigir a nuestro lector hacia nuestra página web de comercio electrónico donde sí se podrá formalizar la misma, siempre y cuando el contenido publicado se corresponda a lo que ofrecemos realmente.
Recomendación = mayor visibilidad = mayor número de probabilidades de generar una venta —> AGRADECER.
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