Esta es la pregunta que nos hacen un porcentaje elevado de nuestros clientes al valorar la necesidad de tener su propia página web presencial. Es cierto que el mensaje es muy personal y diferente para cada profesional, marca, negocio, pyme o empresa pero todos tienen una serie de particularidades comunes que vamos a intentar resumir en este artículo.
Estructura general:
Rápida de cargar en ordenadores y dispositivos móviles, sin ornamentaciones gráficas que descentren la atención de la información que debe brillar por su interés, con un logotipo no excesivamente grande, contando con un menú que permita acceder en uno o varios niveles a todos los apartados del sitio y con un pie de página que nos informe rápidamente de las vías de comunicación, acceso a textos legales y conexión con medios sociales.
Portada:
Si bien podría ser el eje principal de un sitio web, no siempre tiene porque cumplirse. Debemos pensar que si nuestro tráfico llega a una página interna del sitio, el flujo de la visita no tiene porque pasar por el «home». Debería de ser un lugar donde destacar lo más relevante de lo que ofrecemos. Si es un sitio de servicios, los más relevantes y principales. En el caso de las tiendas, los productos más destacados, novedosos o atrayentes por precio.
- No debemos caer en la tentación de pensar que, cuanto más incluyamos en el ella, más opciones hay de que el visitante encuentre lo que necesite. Más no siempre es mejor 😉
- Ordenemos los contenidos de nuestra portada desde lo más relevante a lo menos. Los usuarios no siempre hacen «scroll» con su ratón hasta el final.
- Tal vez, poner textos introductorios, imágenes altamente visuales y descriptivas y otras particularidades de nuestro negocio sin abusar de la capacidad de atención del visitante.
- Evita abusar de los pases de diapositivas, ni de los vídeos que se ejecutan automáticamente. Podríamos penalizar nuestro posicionamiento en buscadores, sobre todo, para dispositivos móviles.
Quienes somos:
Se debe dar cabida de una manera sintetizada a nuestra historia, explicando nuestra trayectoria, incluyendo nuestros méritos y las previsiones futuras que tengamos pero SIEMPRE pensando que le aportaremos al visitante que ha decidido entrar en nuestro sitio. No hablemos de lo que somos, si no de lo que hacemos por los clientes que han estado y estarán con nosotros.
- La longitud del texto puede ser de unas 300 palabras. Esto significa, una vez más, que no por contarles una biografía densa vamos a conseguir captarles más su atención.
- Acompañar de una imagen de las instalaciones o del personal puede ser interesante, pero no imprescindible.
- Podemos añadir sellos de homologación, certificaciones, logotipos de empresas y/o instituciones con las que hayamos colaborado. Permite al visitante conocerte un poco más para descubrir que harás por él.
Apartado con servicios o productos:
Un listado de servicios organizados es la manera más frecuente de mostrar a que nos dedicamos. Procura explicarlos brevemente, incidiendo en las características que tus clientes suelen comparar cuando lo requieren. Añade, al menos, una imagen de buena calidad y que describa correctamente lo que ofreces. Para nota, aporta un vídeo. Si una imagen vale más que mil palabras, un vídeo…
Galerías fotográficas / vídeos / portafolios:
El efecto visual que tiene, siempre que usemos unas reales y no sacadas de un banco de imágenes nos ayudará a «tangibilizar» visualmente lo que nosotros realizamos. Creando un álbum con las 20 o 30 mejores imágenes, haremos conocedor al visitante de cual es nuestro saber hacer cotidiano. Procura que la calidad de la imagen sea buena ya que demostrará mejor nuestro trabajo.
Zona de actualidad:
Un apartado de noticias o blog nos ayudará a mejorar, no sólo el posicionamiento en buscadores, también a mantener informado al visitante recurrente y captar su interés. Cada publicación no debería tener menos de 300 palabras e incluir alguna imagen o vídeo. Explica bien lo que quieres trasmitir y dalo a compartir en medios sociales. Tal vez una campaña publicitaria de pago te ayuda a generar tráfico hacia tu web y despertar el interés.
Contacto y localización:
La zona de comunicación debe contar con un formulario de contacto sencillo y fácil de cumplimentar para el visitante, (nombre, email, teléfono y consulta). Adicionalmente, es recomendable incluir un pequeño mapa interactivo de donde se encuentra el enclave del negocio físico. También, será interesante añadir los diferentes datos de comunicación, tales como teléfonos, emails y horarios de atención.
Textos legales:
Y por último y no menos importante, todo sitio web que se precie debe de contar, si o si, de los textos mínimos legales que cumplen la legislación en materia LOPD y LSSI. Tienen que tener acceso desde cualquier página de una web y contener tus datos para posibles consultas legales. Nosotros trabajamos con textos plantilla que nos permiten facilitar esta tarea al desarrollar un nuevo proyecto.
Con tener los textos legales, no implica que estés al corriente con al Agencia Española de Protección de Datos. Tu, como profesional, o tu negocio debéis estar dados de alta en su registro y saber como cumplir la normativa.
Recuerda que hay que aplicar una lectura para cada situación. No se puede generalizar para todos los proyectos de sitios web presenciales. Siempre será importante ponerse delante de un papel en blanco y empezar a ordenar nuestras ideas de forma visual. Plantéate esto como una forma de realizar la correcta inversión en tu sitio web que utilizarás para conseguir tener, al menos, una presencia online y establecer tu imagen en Internet. No es poca cosa, ¿no crees?
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